Matoneo y Acoso en Connecticut


Cómo Lograr Mayor Seguridad en las Escuelas


¿Puede ser también que la escuela a la que va mi hijo/a verdaderamente no tenga matoneo y que realmente sea un lugar seguro?

¿Qué pueden hacer los padres y tutores para reducir los comportamientos de matoneo, y para ayudar a que la escuela a la que va mi hijo/a sea un lugar seguro y positivo para el aprendizaje?

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P. ¿Puede ser también que la escuela a la que va mi hijo/a verdaderamente no tenga matoneo y que realmente sea un lugar seguro?

R. Sí, es posible que cualquier escuela tenga un ámbito escolar tan positivo que todo tipo de maldad y/o matoneo no se acepte y que de verdad muy pocas veces o nunca suceda. Usted va a averiguar si es así al hablar con su hijo/a, con los maestros y directores, y también al leer las normas y reglas de conducta de la escuela. Además, quizás hay publicaciones o mensajes en la escuela que usted y su hijo/a pueden ver fácilmente (murales, boletines de información, carteles, estandartes, etc.) que son recordatorios claros y visibles de que la escuela es un lugar seguro. A veces, los manuales para alumnos o para padres también hacen referencia a la creación de escuelas seguras física, emocional e intelectualmente por medio de la declaración de su misión en adición a los códigos de conducta y las reglas que rigen en la escuela.

Otra señal de que las escuelas está tratando de crear y mantener escuelas con un ambiente respetuoso sería si a menudo evalúan la calidad del ámbito escolar y si el mejoramiento de dicho ámbito se menciona en los planes de mejoramiento del distrito y de la escuela.

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P. ¿Qué pueden hacer los padres y tutores para reducir los comportamientos de matoneo, y para ayudar a que la escuela a la que va mi hijo/a sea un lugar seguro y positivo para el aprendizaje?

R. Lo mejor que usted puede hacer es hablar en forma positiva con su hijo/a y con amigos, padres y tutores de otros niños acerca de estos problemas. Los comportamientos malintencionados (de tipo físico o emocional) nunca están bien. No hace falta que los niños sean amigos de todos, pero sí tienen el deber de no hacer daño a nadie con palabras o hechos. También importa que usted hable con su hijo/a acerca de cómo se tratan entre sí los verdaderos amigos. Muchas veces, hay niños que informan de que sus “amigos” son los que los matonean. Los verdaderos amigos no se hacen daño el uno al otro. Hable con su hijo/a a menudo acerca de cómo tratar a otros y, sobre todo, sea un buen ejemplo para su hijo en casa y en la comunidad.

Usted también debe dar apoyo a los esfuerzos que se hagan en la escuela y en la comunidad para crear ambientes seguros y acogedores. El remedio indicado para acabar con el matoneo consiste en crear comunidades de aprendizaje en las que simplemente no se aceptan los comportamientos de matoneo. No sólo es que los blancos de los matones quedan en riesgo de aislamiento social a largo plazo y depresión, aquellos que dañan a otros también están en riesgo social. Los matones están en mayor riesgo de meterse en problemas con la ley y de quedar enredados en el sistema de justicia de menores. Quienes son testigos del matoneo también se encuentran en riesgo. Por lo general, un 85 o 95 por ciento de la población de la escuela forman parte de una “mayoría silenciosa” de espectadores que se quedan a un costado y sienten una gran culpa y ansiedad al observar a otros jóvenes haciéndose daño entre sí, y se sienten paralizados e incapaces de detener lo que ven a diario. Esos espectadores deben transformarse en “aliados” para crear el tipo de ámbito emocional seguro donde se logra un alto nivel de aprendizaje. Los aliados apoyan y ayudan activamente a otros. Se acabará el matoneo cuando sea “genial” tratar a otros con respeto. Los niños deben ser ejemplos entre sí tanto como nosotros tenemos que ser ejemplos para ellos. Todos somos ejemplos. ¿Por qué no ser de los buenos?